Desde las narrativas visuales, el laboratorio abrió un espacio de reflexión y creación compartida donde la tecnología se convirtió en una aliada para imaginar nuevas formas de habitar y representar el entorno. A partir del video inmersivo, los adolescentes de Medellín y Bello exploraron cómo contar historias desde sus propias realidades, transformando el lenguaje audiovisual en un medio para mirar su territorio con otros ojos.