Participantes
Luis Amigó
Ubicada en el barrio Moravia de la Comuna Número 4 Aranjuez, se inserta en un territorio de transformación social, luchas por el espacio y fuerte organización comunitaria. Sus estudiantes, provenientes de barrios aledaños a lo que se conoce como zona norte, reflejan una zona atravesada por la transformación social de Medellín. Los jóvenes destacan por su resiliencia, organización en colectivos y participación cultural. Moravia combina música urbana, grafiti y arte comunitario como expresiones de identidad y pertenencia.
En Aranjuez, entre calles donde aún resuenan las historias de familias obreras y la fuerza de una vida comunitaria que se teje desde generaciones atrás, crecen los jóvenes con quienes se realizó el proceso. Son adolescentes que han aprendido a sostenerse en medio de los retos cotidianos, cultivando una resiliencia hecha de barrio, afecto y pertenencia. Conviven en un territorio donde el eco del tango y el bolero acompaña la memoria de sus mayores. En esa mezcla de tradiciones y búsquedas, estos jóvenes transforman lo que viven sus alegrías, tensiones y sueños
En el municipio de Bello, crecen en territorios que cambian a la velocidad del viento, donde la ruralidad todavía respira entre montañas mientras la expansión urbana avanza con paso firme. En ese paisaje de contrastes, sus hogares —sostenidos por familias trabajadoras que ponen en alto el esfuerzo, la solidaridad y las redes vecinales— se convierten en refugios de afecto y aprendizaje. A través de procesos pedagógicos y culturales que los invitan a pensar su territorio y su papel en él, estos jóvenes fortalecen su voz ciudadana. Se descubren a sí mismos como protagonistas en la construcción de convivencia, memoria y futuro en el norte del Valle de Aburrá.
En ese cruce entre saberes técnicos y sensibilidad juvenil, estos jóvenes construyen una forma de ciudadanía activa y consciente. Su formación no solo les da herramientas para un oficio, sino que amplía su deseo de participar, proponer y transformar los territorios que habitan. Transitan cada día el camino de afirmarse como sujetos autónomos en medio de entornos urbanos vibrantes y en constante cambio. Ven en la educación técnica no solo una opción académica, sino una puerta abierta hacia un futuro donde puedan transformar su realidad laboral y social.
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