¿Alguna vez te has preguntado qué ocurre tras bambalinas en el mundo funerario? Los artesanos de la muerte, esos profesionales que manejan con maestría oficios como la inhumación, la exhumación y la cremación tienen un trabajo lleno de matices que va mucho más allá del imaginario.
En este artículo develaremos los secretos de este oficio de la mano de nuestros colaboradores artesanos que nos bridaron sus experiencias fascinantes, y descubrirás cómo estos profesionales convierten la despedida en un acto lleno de respeto y humanidad.
Cuando pensamos en el trabajo funerario, a menudo imaginamos un proceso que parece simple: colocar un cuerpo en su lugar de descanso final o someterlo a cremación. Sin embargo, detrás de estas acciones hay un oficio lleno de desafíos, habilidades y un profundo respeto por los fallecidos y sus familias.
Trabajar en el sector funerario no es tan sencillo como puede parecer. La inhumación y la exhumación, dos de las principales responsabilidades de estos profesionales, requieren una combinación de habilidades técnicas y sensibilidad emocional para acompañar a las familias hasta el final del proceso de la perdida y despedida a un ser querido.
La inhumación, es el proceso de enterrar o depositar en bóvedas y osarios el cuerpo o los restos óseos del fallecido. El proceso de inhumar un cuerpo puede parecer sencillo, pero en la práctica, requiere precisión y de parte de nuestros artesanos mucho respeto. La tarea implica colocar el cuerpo en una bóveda, sellarla adecuadamente y asegurarse de que todos los procedimientos se realicen conforme a las regulaciones.
Aunque en apariencia es menos complicado que otros procesos, la inhumación también presenta desafíos, especialmente cuando se trata de manejar cofres dañados, en condiciones difíciles o en alturas que involucran más esfuerzo físico.
El mayor reto de los artesanos en los procesos de inhumación se da en relacionamiento con las familias del fallecido, en ocasiones, el dolor puede llevar a comportamientos difíciles, como la agresividad o el desorden, lo que puede complicar aún más la situación. En tales momentos, la empatía y la paciencia son esenciales para guiar a las familias.
Entre las tareas más complejas se encuentra la exhumación, que implica la extracción de restos de una bóveda después de cumplido el tiempo mínimo de permanencia que dicta la norma, según la Resolución 5194 de 2010 de Colombia deben ser periodos de 4 años. Este proceso puede ser especialmente desafiante por factores diversos que involucran la descomposición del cadáver.
De los retos más desafiantes de la exhumación, según John Armando Uribe Álvarez, uno de nuestros artesanos, es el proceso que se lleva a cabo con aquellos fallecidos que al momento de la inhumación están como se conoce en el leguaje funerario “embolsados” y esto es debido a que los restos han permanecido durante 4 años con todos los fluidos que un cuerpo expulsa después de la muerte y estos deben ser tratados con sumo cuidado para evitar fugas.
“Al principio, nos tocaba lidiar con cofres destrozados y restos en diferentes estados, desde cuerpos casi intactos hasta aquellos muy descompuestos. Era un trabajo arduo y, a veces, desagradable. Los protocolos de seguridad y los equipos necesarios, como guantes y linternas, se volvieron esenciales” En el Cementerio Museo San Pedro la seguridad de nuestros artesanos es nuestro principal objetivo, por tal motivo se les brinda todos los elementos de protección que se requieren para que estos oficios puedan ser llevados a cabo.
La relación con las familias es un aspecto crucial en el trabajo de los artesanos de la muerte, especialmente durante los procesos de inhumación y exhumación. En momentos de gran dolor y pérdida, el comportamiento de las familias puede ser impredecible, desde la angustia hasta la agitación. Los artesanos deben manejar estas situaciones con una mezcla de paciencia, empatía y profesionalismo. Su capacidad para comunicarse claramente, explicar los procedimientos es fundamental para garantizar que las familias se sientan respetadas y apoyadas en su momento de duelo.
En el Cementerio Museo San Pedro, la formación continua en habilidades de comunicación y el apoyo emocional a los artesanos y colaboradores son esenciales para asegurar que el proceso se trate con la mayor dignidad y sensibilidad posible.
Cuando llega el momento de decir adiós, elegir el lugar adecuado para el descanso eterno es importante. En el Cementerio Museo San Pedro, nuestro equipo de trabajo se dedica a ofrecer un servicio lleno de sensibilidad y cuidado.
Si buscas un lugar donde la empatía y el respeto se entrelacen con la tradición, te invitamos a explorar más sobre nuestros servicios y cómo podemos acompañarte en este momento importante.
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